domingo, 14 de diciembre de 2008

III DOMINGO DE ADVIENTO



Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan.
Éste vino para un testimonio, para dar testimonio de la Luz,
para que todos creyeran por él. No era él la Luz,
sino quien debía dar testimonio de la Luz.

del Evangelio del día (Jn 1, 6-8. 19-28)

Quitado de la Web Pastoral Santiago y escrito por Javier R.

No hay comentarios: